miércoles, 16 de marzo de 2016

Los Viveros




            Se trata quizás de la instalación forestal por excelencia pues su asociación directa con la causa forestal siempre ha resultado ser más que evidente. Habitualmente se ha tenido claro que los viveros eran el lugar destinado a la obtención de plántulas de diferentes especies que posteriormente se destinaban a la repoblación forestal. Pero cabe también señalar a continuación, que la existencia de los mismos siempre ha estado y estará condicionada, a la necesaria presencia de otras instalaciones forestales referidas en anteriores entradas de la Memoria Forestal de este blog. Me estoy refiriendo a los semilleros y a los sequeros, sin cuya intervención, los viveros no podrían en ningún caso alcanzar su objetivo principal: la producción del mayor número posible de plantas.
Vivero instalado en el monte de Canfranc a principios del siglo XX a cuyo cargo estaban los propios Guardas Forestales.               Foto: Archivo Cartagra

            En nuestra provincia siempre había existido un número escaso de viveros pues las repoblaciones realizadas dentro de sus límites nunca llegaron a ser numerosas. En esos casos se recurrió a pequeños viveros que funcionaron prácticamente solo para suministrar planta a dichas repoblaciones tras las cuales dejarían de funcionar como tales. Algo similar sucedió con las repoblaciones forestales acometidas en esas fechas por la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), quien también echó mano de viveros temporales y/o volantes durante sus repoblaciones.


            La ausencia de viveros forestales fijos en nuestra provincia queda confirmada con la falta de datos oficiales sobre este particular. El Patrimonio Forestal del Estado (PFE) elaboró para 1940 un listado con los viveros permanentes existentes en España para esas fechas en el cual no aparece ninguna provincia aragonesa. Pero aquella situación, dadas la intenciones del PFE de comenzar a repoblar en nuestro país de forma generalizada, pronto comenzaría a cambiar. Así, en el listado de 1945 la provincia de Huesca ya figura con tres viveros, la de Zaragoza con catorce mientras que la de Teruel siguió sin contar con ninguno. Los tres viveros oscenses contaban con una superficie conjunta de 335 áreas útiles y en 1945 produjeron tres millones de plantas. Este mismo listado nos cuenta que a partir de 1948 en nuestra provincia ya había cuatro viveros con una superficie útil de más de mil áreas y una producción que, puntualmente ese año, superó los treinta y seis millones de plantas. En 1949 la superficie se redujo y la producción fue de casi siete millones de plantas. Según los datos del PFE para el periodo comprendido entre los años 1945 y 1949, ambos inclusive, en la provincia de Huesca se produjeron más de sesenta y cinco millones de plantas, correspondientes básicamente a varias clases de pinos. El número de viveros y las cifras anuales de producción de planta en los años posteriores superó con creces las cifras del periodo referido ahora pues la actividad repobladora en nuestra provincia fue más bien escasa durante esos años.
Placa existente en el vivero de Plasencia del Monte (Huesca) uno de los más importantes de nuestra provincia durante mucho tiempo por su superficie y por su producción. Foto: Archivo Cartagra

            Para mediados del siglo pasado en nuestra provincia habían funcionando hasta seis viveros diferentes, todos ellos adscritos a la 6ª División Hidrológico-Forestal. En 1944 su ubicación y nombre eran los siguientes: En la Sección 1ª del río Aragón estaban el vivero Nuevo y el de San Rafaél en Villanúa, el de Valdespán, el de las Casa Forestales de Arañones y el del Besqué también en Arañones (Canfranc). No aparecen en esta sección los viveros de Secrás y la Casita Blanca de Canfranc ni los de Leserín, Valdespán, Chicovil, Labayo o Lañaza. En la Sección 10ª de este mismo río había otro vivero, el de La Victoria en Jaca. Tampoco aparecen reflejados los de Rioseta y Picaubé de la 9ª Sección del río Aragón. Dentro de la Sección 1ª del río Gállego estaban el vivero de El Salvador, junto al Bco. Arratiecho en Biescas y el de San Francisco, anexo a la Casa Forestal de Escuer. En la Sección 1ª del río Ésera estaban el vivero de Benasque. Entre todos ellos para septiembre de 1944 se llegó a disponer de casi 2,5 millones de platas de diferentes resinosas. A pesar de ello, y según los cálculos del ingeniero responsable, aún faltaban más de un millón de plantas de pino laricio.  
Aspecto del vivero de San Rafaél, en Villanúa, hacia 1915. Foto: Archivo Cartagra

             Hay que señalar también que la creación de nuevos viveros tanto en nuestro provincia como en otras no resultó ser una iniciativa puntual de los responsables provinciales del PFE. Fue más bien al contrario pues su creación ya quedó contemplada, junto a innumerables cuestiones más, dentro del ambicioso Plan de Repoblación de España. Durante esos primeros años la práctica totalidad de las plantas obtenidas en estas instalaciones correspondieron a resinosas. Tan sólo las provincias de Santander y Huelva se destacaron en la obtención de frondosas, eucaliptus principalmente. Años más tarde comenzaría de forma progresiva la producción de diferentes especies de chopos destinados a repoblar las riberas de infinidad de ríos españoles. 


Algunos ejemplos


            Varios de los viveros oscenses se encargaron de la producción de planta de especies difíciles de obtener como es el pino negro. El vivero de Benasque se encargó principalmente de obtener esta especie durante la mayor parte del tiempo que estuvo en funcionamiento. Así, a mediados de 1945 un documento consultado (1) muestra que en él se sembraron 598 m² en los que se sembraron 25 kg de semilla de pino negro. La mayoría de sus 15.000 m² de superficie estaban destinados a la obtención de esta planta. Por su parte, el vivero de San Salvador de Biescas había sembrado 24 kg de semilla de pino negro y contaba con más de 175.000 plántulas de esta especie.
Vista parcial del listado de plantas producidas por algunos viveros de Huesca en 1943. Foto: Archivo Cartagra

            Otro documento consultado nos ofrece un listado de las plantas obtenidas por los diferentes viveros de la provincia en 1943: vivero Nuevo de Villanúa: 75.000 de pino silvestre; vivero de las Casas Forestales de Los Arañones: 16.000 Plantas de pino silvestre y 800 de pino negro; vivero de La Victoria 996.000 plantas de pino silvestre; vivero de El Salvador, 75.000 de pino silvestre; vivero de Benasque: 332.020 de pino negro. En total fueron casi 1,5 millones de plantas de pinos además de 25.000 plantas de diferentes especies frondosas.
Plano de uno de los viveros de Huesca con la distribución de su superficie en función de las semillas sembradas.                                            Foto: Archivo Cartagra
           A modo de conclusión señalar que cuando el Patrimonio Forestal del Estado (PFE) inició sus trabajos de repoblación forestal en la provincia oscense, este dependió basicamente de los únicos viveros existentes en esos momentos en la provincia los cuales pertenecían al Distrito Forestal de Huesca. Poco a poco, el PFE fué construyendo una red de viveros propios que serían los que le suministrarían toda la planta empleada durante los años de máximo esfuerzo repoblador. Debió dotarse de esta red propia de viveros, entre otras cosas, porque el volúmen de planta que necesitaba resultaba imposible producirla solamente en los viveros del Distrito Forestal de Huesca. Otro aspecto que infuyó en esa decisión fue el hecho de que la ubicación de los viveros ya existentes no siempre se ajustó a las necesidades y requerimientos del PFE.






Fuentes y Bibliografía


(1): Archivo Servicio Provincial Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente de Huesca


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